En el lado opuesto de tu silencio

Por si llegas, 
esperaré sin prisas.
Esperaré callada, tal vez dormida.
Tal vez inmóvil.
Dejaré mi alma abierta y mi dolor cerrado.
En el epicentro del silencio 
susurrarás las notas de nuestro andante de Schubert. 
El sfumato de mi estancia 
se rasgará 
como un velo
cuando lo atraviese la luz oscura de tus ojos.
No habrá palabras...
Después, no sé, no sé qué pasará.
Por si llegas.
Pero, por si acaso no llegas,
esperaré sin prisas,
esperaré callada, tal vez dormida.

Mercedes Arocha

Tabaiba publicará un solo texto cada fin de semana. Así ofrecemos la posibilidad de leerlo con atención, de paladearlo. Si su lectura te sugiere algún comentario puedes escribirnos a revistatabaiba@gmail.com y se lo haremos llegar a la persona autora del texto.

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