Diga que ando perdido, acaso deambulando, encandilado por esta microscopía, esos lagares de las horas para reunirse y las aulagas. Diga que dejadez o jiribillas, que estoy hecho de una nada de esquirlas diminutas de carne, carne que otra carne respiró, tradición tras tradición, hasta que atracó en ella un lagarto azul, vencido y degollado. Diga que no tengo nada que vender; que con esta boca escasa: qué tengo yo para dormir.

Tabaiba publicará un solo texto cada fin de semana. Así ofrecemos la posibilidad de leerlo con atención, de paladearlo. Si su lectura te sugiere algún comentario puedes escribirnos a revistatabaiba@gmail.com y se lo haremos llegar a la persona autora del texto.