SOY MARGINAL
No hay familia que me espere acabada la jornada, epígrafe que me recoja como al mecánico serio, el sufrido hostelero, el arquitecto audaz. No hay fiesta cuando llega el día. No hay día. Soy marginal, sin orgullo y sin lamento. Quizá quiera serlo. No hay tribuna ni escenario, oficina, asiento o escaño. Todo lo sería de buen grado, a la mina me embarcaría, mar adentro excavaría por un sino humano, el que fuera, el mío. Pero... soy marginal, sin orgullo, sin lamento. Quizá quiera serlo. Los garabatos, a veces, se convierten en canciones, en poemas, en novelas y tratados. No desdeño una hoja en blanco, ni dudo del alto vuelo que ha de alcanzar cualquier mosca. Pero asumo el silencio cuando en mi ademán intuyo cierto tenor hueco. Porque soy marginal, sin orgullo y sin lamento. ¿Acaso quiero serlo?

Tabaiba publicará un solo texto cada fin de semana. Así ofrecemos la posibilidad de leerlo con atención, de paladearlo. Si su lectura te sugiere algún comentario puedes escribirnos a revistatabaiba@gmail.com y se lo haremos llegar a la persona autora del texto.