A FUEGO LENTO

Amanece bajo la niebla
junto al canto de los primeros pájaros
y el olor de humeantes chimeneas,
mientras todos duermen.
Ella se agarra a la tierra,
aprieta los pies fuerte, muy adentro
renombra lo innombrable
en los contornos borrosos;
despierta la ausencia quietud
en lo dormido, tiembla
bajo el cielo blanquecino.
La soledad se ha ido fraguando
a fuego lento,
hasta tocar raíces,
hasta casi detenerse
en medio del camino.
Teje el frío en la huerta
una mezcla de masa y dulce de leche,
gotas transparentes de rocío
sobre los pétalos,
es el invierno sin resguardo
un silencio contundente,
ambigua sonrisa del amanecer.

Inmaculada Rodríguez Méndez

Tabaiba publicará un solo texto cada fin de semana. Así ofrecemos la posibilidad de leerlo con atención, de paladearlo. Si su lectura te sugiere algún comentario puedes escribirnos a revistatabaiba@gmail.com y se lo haremos llegar a la persona autora del texto.

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