Desde el lek
Canto de ballena jorobada que no despiste el epiceno: solo cantan los machos que congregan a otros machos en un coro de cortejo Como en toda música importa la frecuencia de emisión y la cadencia Desconcierta que el más grande animal no sea el más fiero o que su canción fuera del lek suene a un lamento interrogante: ¿por qué estoy llorando? ¿hay alguien más aquí? ¿cuántos mares llevo solo? Cuando nadie responde lanza sus ondas al lecho marino como plegarias a un cielo abisal que le susurra siempre y solo a él presagios tectónicos y así espera cada seísmo como se esperan los eclipses en la superficie.

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