Desde el lek

Canto de ballena jorobada
que no despiste el epiceno: solo cantan 
los machos que congregan a otros machos 
en un coro de cortejo

Como en toda música importa
la frecuencia de emisión y la cadencia

Desconcierta que el más grande 
animal no sea el más fiero o 
que su canción fuera del lek 
suene a un lamento interrogante:
¿por qué estoy llorando?
¿hay alguien más aquí?
¿cuántos mares llevo solo?

Cuando nadie responde lanza 
sus ondas al lecho marino 
como plegarias a un cielo abisal 
que le susurra siempre y solo a él 
presagios tectónicos y así espera 
cada seísmo como se esperan los eclipses 
en la superficie.

Elena Garbisu

Tabaiba publicará un solo texto cada fin de semana. Así ofrecemos la posibilidad de leerlo con atención, de paladearlo. Si su lectura te sugiere algún comentario puedes escribirnos a revistatabaiba@gmail.com y se lo haremos llegar a la persona autora del texto.

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